Una cosa-otra
Vemos propicia la figura de una cosa-otra , respecto de un modelo, un ideal o, simplemente aquello que uno diseña en la omnipotencia necia de la soledad. Luego la plaza introduce singularidades que hemos nombrado -conjeturalmente, contingencias. Debemos referir que nos sedujo el constructo gramsciano fracasar mejor , toda una estética que se desentiende de éxitos y capitales. La fulgurante cuestión es que fracasar, contingencia, cosa-otra …no fiducian. Tal vez, nuestra ave cosa-otra venga del futuro anterior, uno, en el que el viento se lleva lo qué. Se nos ocurre – porque lo pensó Francisco Escudero éste sábado- que el lienzo, la pintura faldó el cielo como flameante tejado circunstancial, ¿cometa? Tal vez… Hubo quien, retirándose por el paseo obscuro preguntó por el sombrero poemado que se llevó el viento. Jorge Cordi Brons